Fisioterapia Osteopatía Rafa Borruel
dolor de
rodilla
¿Qué causa el dolor de rodilla?
La gonalgia o el dolor en la articulación de la rodilla es una de las causas más frecuentes de visitas al fisioterapeuta, bien sea por causas deportivas o por razones del paso del tiempo y deterioro de los tejidos en esta articulación.
Como resumen, diremos que existen múltiples causas capaces de generar el dolor y lesión de la rodilla, ya que esta articulación está formada por muchos tejidos, cada uno de los cuales puede ser fuente de dolor cuando se deteriora o se lesiona.
El grado y tipo de dolor y su situación varían, dependiendo del motivo que lo origina, por lo que a menudo puede ser un buen indicador del tipo de lesión subyacente.
Esta articulación se forma por 3 huesos, fémur, tibia y rotula. Cada uno de estos huesos tiene la forma adecuada para dar congruencia, para encajar mejor según sus formas; pero, además, en la superficie articular; es decir, en la parte del hueso que está en contacto con otro, se encuentra el cartílago: un tejido muy específico, completamente pulido y perfectamente diseñado para que el deslizamiento y, movimiento de la articulación sea perfecto.
También tenemos los meniscos: son dos, el interno y el externo; son los que nos dan la perfecta congruencia entre el fémur y la tibia, haciendo que encajen de una manera armónica y sofisticada. Luego están los ligamentos cuya función es estabilizar la rodilla para evitar movimientos que se salgan de la fisiología normal y nos redirigen la biomecánica. Tenemos los ligamentos laterales (interno y externo), ligamentos cruzados anterior y posterior.
Además de todo esto, están los tendones, que es el tejido que transmite el movimiento producido por el músculo al hueso. Tenemos precisamente la musculatura, responsable a través de sus contracciones del movimiento no solo de la rodilla, sino de todo el cuerpo. Las bolsas sinoviales y grasa de Hoffa: dando soporte y amortiguación a la rodilla.
¿Cuáles son los componentes que forman la rodilla??
Lesiones mas frecuentes de rodilla y sus intomas:
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Artrosis de rodilla: normalmente ocasionado por el inexorable paso del tiempo y en otras ocasiones por una biomecánica que compromete mucho al cartílago (como sucede cuando existe una lesión previa de meniscos). En este caso lo que está ocurriendo es un desgaste y deterioro del cartílago. Por tanto, la rodilla sufre de dolor, rigidez; e incluso inflamación y deformación cuando el estado de la artrosis está muy avanzado.
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Esguince de rodilla: ocurre cuando uno o varios ligamentos se estiran demasiado a causa de un mal gesto, un mal movimiento como una torcedura o un traumatismo. Ello puede ocasionar un desgarro parcial de las fibras del ligamento o una rotura total; produciendo dolor, inestabilidad e inflamación.
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Tendinitis de la rodilla: siendo lo más frecuente sufrir la tendinitis rotuliana (del tendón rotuliano) que se inserta en el polo inferior de la rótula y termina en la tuberosidad anterior de la tibia. Es el más grande de la rodilla y principal responsable de su movimiento. Ocurre cuando la carga mecánica sobre el tendón es excesiva generando inflamación y dolor.
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Lesión de menisco: los meniscos son fibrocartílagos que nos proporcionan más congruencia y sirven también de amortiguadores. Tienen forma de media luna y se suelen lesionar cuando existe algún traumatismo o movimiento de torsión. Producen un dolor agudo y a veces la incapacidad de extender o flexionar por completo la rodilla, además de inflamación.
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Bursitis de rodilla: También hay lesiones que afectan a las bolsas sinoviales. Estos sacos están rellenos de líquido y se encargan de amortiguar la parte exterior de la articulación. El síntoma más común es la inflamación, el calor y el dolor.
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Uso excesivo de la rodilla: sobrecarga mecánica que puede afectar a tanto al cartílago como a los meniscos y tendones. Es común en deportes como el futbol y baloncesto, y también entre los corredores
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Causada por otras articulaciones: Es muy común encontrarnos que, por una mala biomecánica del pie, del tobillo o de la cadera, nos genera una compensación; es decir, nos fuerza a cargar mecánicamente más de la cuenta a la rodilla, produciendo un deterioro más elevado de lo normal o directamente ocasionando una lesión de rodilla. Muchas veces es también causado cuando existe dolor en otra parte produciendo una postura o una mala adaptación al dolor modificando nuestra manera de caminar o correr.
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Lesiones en los ligamentos de la rodilla: es muy común en deportes cuya práctica exige cambios frecuentes de ritmo y dirección, por ejemplo, en futbolistas. Una rotura de ligamentos implica, en términos generales, pérdida de estabilidad, un dolor intenso al momento de producirse, inflamación y sensación de bloqueo.
Pero no podemos olvidar que quien padece la lesión es el paciente
Haciendo más hincapié en estas estructuras, vamos a profundizar para dar más luz y conocimiento sobre estas lesiones. Como hemos dicho antes, los ligamentos nos van a conectar los huesos entre sí, nos confieren estabilidad a las articulaciones.
Tenemos los ligamentos que están por fuera de la articulación de la rodilla: estos son el ligamento colateral medial o interno y el ligamento colateral externo. Su función es dar estabilidad y limitar el movimiento lateral. Se lesionan cuando la rodilla sufre un movimiento potente y exagerado hacia dentro, en valgo afectando al ligamento colateral medial; o cuando el movimiento es hacia fuera o en varo de rodilla, afectando en este caso al ligamento colateral externo. Estos pueden clasificarse según la gravedad de la lesión de la siguiente forma:
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De primer grado: es un esguince sin desgarro del ligamento
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De segundo grado: es un desgarro parcial del ligamento
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De tercer grado: es un desgarro total del ligamento
Luego tenemos los ligamentos intraarticulares; es decir, los que están dentro de la articulación. Son el ligamento cruzado anterior y el ligamento cruzado posterior. Tienen una relevancia crucial en la rodilla, ya que nos proporcionan la estabilidad en el plano sagital, esto es: durante todo el recorrido de flexión y extensión de la rodilla.
«La salud no lo es todo pero sin ella,
todo lo demás es nada»
Otras lesiones menos frecuentes DE RODILLA
De tipo mecánico:
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Cuerpo suelto: Produce dolor cuando existe algún trozo pequeño de hueso o cartílago que está vagando por la rodilla y puede producir pinzamiento al extender o flexionar la rodilla
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Luxación de la rótula: Cuando la rótula, el hueso frontal de la rodilla, se “luxa”, se desplaza hacia el exterior de la misma.
De tipo artrítico, aunque existen muchas más, estas son los problemas de rodilla más recurrentes:
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Gota y pseudogota: Produce dolor en la articulación de la rodilla por la acumulación de cristales de ácido úrico en la rodilla. Por otro lado cuando la acumulación es de cristales de calcio en el líquido sinovial, entonces se trata de pseudogota
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Artritis reumatoide: Produce inflamación y dolor en la rodilla por causa autoinmune; es decir, no interviene una razón mecánica. Es una enfermedad crónica y puede afectar a cualquier articulación del cuerpo.

El tratamiento de fisioterapaia en
Zaragoza para las LESIONES DE RODILLA
Los tratamientos dirigidos por la dilatada formación y experiencia que recibirás en nuestra clínica dependerán del tipo y de la gravedad de la lesión que tengas.
Para ello es preciso en primer lugar realizar un diagnóstico certero. Sin esto, hacer algo para la rodilla es actuar a ciegas. Nunca le cambiarías las ruedas a un coche cuando lo que no funciona correctamente es el motor.
Bien, pues para llegar al diagnóstico, previamente es necesario una entrevista clínica que se llama anamnesis, durante la cual el fisioterapeuta preguntará todo lo relacionado con la lesión o el dolor y sobre el estado de salud general e investigará sobre las posibles repercusiones de otras partes del cuerpo en el dolor que el paciente sufre en el momento de la visita.
Una vez que tenemos una idea sobre el pasado biológico y la lesión actual del paciente, realizaremos la exploración a través de una serie de test y manipulaciones de la rodilla para analizar tanto la biomecánica, como la existencia de inflamación, una palpación minuciosa de cada uno de los tejidos. Y todo ello se pone en contexto con los síntomas del paciente y con las pruebas de imagen complementarias como la ecografía o la resonancia magnética funcional.
Cuando tenemos el diagnóstico, pasamos al tratamiento. Evidentemente, este dependerá del grado de la lesión y del tejido afectado.
Para ello contamos con un arsenal de herramientas y técnicas a la vanguardia de la ciencia y con magníficos resultados: masoterapia, punción seca, osteopatía, fisioterapia, ganchos, neurodinamia, drenaje linfático, kinesiotaping.
En ocasiones es necesario que el fisioterapeuta desarrolle un programa de ejercicios de rehabilitación para fortalecer la rodilla y estirar los músculos gradualmente. Estos ejercicios variarán según el tipo y la gravedad de la lesión que tengas.
Aunque no siempre podremos tener una actuación directa en la lesión del paciente, y será relevante nuestra intervención fisioterápica tras una cirugía, en el proceso de rehabilitación.

¿Cuándo es necesario operar?
Por desgracia, en ocasiones la lesión es severa y requiere de una cirugía para reparar el daño del tejido lesionado de la rodilla.
Esto suele suceder en los siguientes casos:
Si te has desgarrado el ligamento colateral externo
Si te has dañado el ligamento cruzado anterior y practicas deportes con frecuencia, o si te has desgarrado también el menisco (con más frecuencia el interno) o el ligamento colateral medial
Si el daño abarca más de un ligamento tejido de la rodilla
Si te has desgarrado el tendón rotuliano
Una lesión grave de menisco, que con más frecuencia es el interno el problemático.
En caso de artrosis severa, cuando el dolor es insoportable y existe ya una deformación e inflamación excesiva de la rodilla. Para ello, la intervención quirúrgica consiste en una prótesis de rodilla.
En nuestra clínica de Fisioterapia en Zaragoza el trabajo consistirá en la rehabilitación postquirúrgica para la consecución del éxito terapéutico que no es otro que la recuperación funcional del paciente.