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Fisioterapia Osteopatía Rafa Borruel

HERNIA Y
PROTUSIÓN DISCAL

¿Qué es la protusión discal?

El disco se encuentra debilitado por lo que aumentan las posibilidades de que esa protusión se transforme en una hernia (es cuando el anillo fibroso se rasga y el núcleo sale hacia fuera), pero no necesariamente tiene que ser así, puede permanecer como rotusión.


La protusión puede encontrarse asintomática o dar síntomas tales como dolor localizado en la zona de la lesión o irradiado hacia brazo (protusión cervical) o pierna (protusión lumbar). Puede producirse una inflamación del disco, la raíz nerviosa y los tejidos blandos. Si la protusión es muy grande o está muy inflamado el disco puede llegar a comprimir la raíz nerviosa afectando a la sensibilidad (hormigueo) del nervio o a la parte motora (pérdida de fuerza).

Una hernia de disco o hernia discal ocurre cuando por múltiples causas que después comentaremos, se rompen todas las capas del anillo fibroso, dejando que el núcleo pulposo salga al exterior.

Dependiendo de si este núcleo pulposo presiona la raíz nerviosa, tendremos una sintomatología u otra.

¿Qué es una
hernia discal?

Tenemos que tener claro

  •  Que no todas la protusiones discales tienen que terminar formando una hernia discal.

  • No tiene que causar siempre dolor, a veces ni las hernias discales lo causan.

Causas comunes
de ambas patologías

  • Desgaste natural gradual, relacionado con el envejecimiento llamado degeneración discal. Debido al envejecimiento, tus discos se vuelven menos flexibles y más propensos a desgarrarse o romperse.

  • Movimientos inadecuados: como coger peso del suelo usando la musculatura de la espalda en lugar de los de as piernas, torcerse y girar mientras te levantas, etc.

  • Con muy poca frecuencia, una caída o un golpe fuerte en la espalda.

Factores de
riesgo

  • Desgaste natural gradual, relacionado con el envejecimiento llamado degeneración discal. Debido al envejecimiento, tus discos se vuelven menos flexibles y más propensos a desgarrarse o romperse.

  • Movimientos inadecuados: como coger peso del suelo usando la musculatura de la espalda en lugar de los de as piernas, torcerse y girar mientras te levantas, etc.

  • Con muy poca frecuencia, una caída o un golpe fuerte en la espalda.

Síntomas

Con mayor frecuencia las hernias discales y protusiones se dan en la columna lumbar, aunque también se pueden generar en la columna cervical. Los síntomas dependen de la ubicación del disco, si el disco comprime la raíz nerviosa y el tamaño de hernia.

Dolor en extremidades, si la hernia se encuentra en la columna lumbar, el dolor más frecuente suele ser en glúteos, muslo y a lo largo de la pierna pudiendo llegar al pie. Si esta se encuentra en la zona cervical, el dolor se focalizará en hombro y brazo.

Acorchamiento u hormigueo, de la zona por donde pasa el nervio afectado por la
hernia.

Debilidad muscular, del músculo que inerva dicho nervio.

Hay que dejar claro que se puede tener una hernia o protusión discal, y que no de sintomatología alguna. Incluso que no sepas ni de su existencia a no ser que hagan una prueba de imagen de la columna.

¿Cuál es el tratamiento 
fisioterápico adecuado?

El tratamiento se centra en bajar la sintomatología de dolor e inflamación. Debemos de dar movilidad a los segmentos vertebrales que se encuentren por encima y debajo de la lesión con técnicas articulatorias o manipulaciones osteopáticas.  Y normalizar el tono a nivel muscular, que suele estar aumentado, con técnicas miofasciales o masoterapia.

Es importante recomendar al paciente ejercicio físico que permita fortalecer la musculatura aliviando así la presión a la que se ve expuesto el disco y mejorando la resistencia de la zona. Bajar de peso si fuera necesario y cambiar hábitos de vida aprendiendo a cuidar nuestras posturas (con Reeducación Postural Global o Pilates) a la hora de trabajar o cargar pesos es desde nuestro punto de vista muy importante para evitar que esa lesión se pueda agravar.

Si los síntomas del paciente son muy incómodos, es necesario también el tratamiento farmacológico recetado por parte del médico.

Recuerda:Si en algún momento no puedes asistir a su cita, por favor avísanos con un mínimo de 12 horas de antelación para que podamos reorganizar nuestra agenda. Tu colaboración es clave. ¡Gracias!

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