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¿Qué producen las contracturas cervicales?

¿CUÁNTO TIEMPO PUEDEN DURAR CÓMO QUITARLAS Y PREVENIRLAS?

En el artículo de hoy vamos a hablar sobre el origen de las contracturas en la parte cervical, cuáles son las causas que lo provocan o qué factores de riesgo pueden predisponer para padecer contracturas en el cuello; cuánto tiempo pueden durar; que puede hacer un fisioterapeuta por tus contracturas cervicales, qué puedes hacer tú en casa como autotratamiento para quitarlas; y, por último, cómo prevenir para que no vuelva a aparecer este insidioso y molesto problema en nuestras cervicales.

¿QUÉ ES UNA CONTRACTURA?

Es la lesión muscular en la que un grupo de fibras de musculares quedan permanente e irremediablemente contraídas; es decir, sin la capacidad de poder relajarse.
Vamos a entender un poco al músculo para comprender mejor este mecanismo anteriormente descrito: el músculo está formado por miles de fibras musculares, y éstas para realizar la función muscular (básicamente, el movimiento de cualquier parte de nuestro cuerpo) tienen que tener la capacidad de poder contraerse cuando el sistema nervioso lo ordena para realizar un movimiento, pero también, tienen que tener la capacidad de relajarse; es decir, volver al estado de no contracción, a la «normalidad».

Bien, pues una contractura aparece cuando un grupo de fibras musculares se quedan durante un largo periodo de tiempo en ese estado de contracción permanente, con pérdida de la capacidad para relajarse y volver al estado de no contracción.

Ahora que ya sabemos lo que es una contractura y conocemos el mecanismo por el que se origina la contractura, vamos a entrar de forma más específica en CÓMO SE FORMAN LAS CONTRACTURAS CERVICALES:

Una de las causas principales que están detrás de las contracturas cervicales es el abuso en el uso del móvil y del pc; o al menos, la postura que condiciona el uso de estas ya sempiternas tecnologías. Ya que como podemos ver en la siguiente imagen, al perder la alineación cervical, estamos proyectando el peso multiplicando la carga que recae sobre estructuras anatómicas tales como los discos intervertebrales, ligamentos, vertebras, fascias y músculos.

Como podemos observar en la imagen, ante la perdida de alienación cervical, se produce un aumento considerable de las cargas. Esto no es problemático si el tiempo de mantenimiento de dichas posturas es breve; sin embargo, esto acarreará problemas cuando se produce durante muchas horas seguidas, con el paso de los días, semanas, meses… La entrada tan fuerte de la tecnología en nuestras vidas, tiene desde este punto de vista, que realizar una adaptación de las posturas, una consciencia corporal y una serie de ejercicios y movimientos que relataremos más tarde para que este problema no se extienda en demasía y podamos llevar una vida más saludable, libre de dolores y molestias al tiempo que continua el desarrollo inexorable de la tecnología.

Por otro lado, un latigazo cervical es también una de las causas de contracturas cervicales. Puedes revisar sobre su causa y tratamiento haciendo clic en latigazo cervical para conocer más sobre esta lesión; que no solo ocurre en un accidente de tráfico, también se produce ante un traumatismo brusco y de alta energía generando cambios morfocinéticos en nuestra columna cervical.

Malos gestos, ya sea a nivel deportivo o cotidiano. En ocasiones, hemos cogido el teléfono elevando el hombro para bloquear el móvil entre la oreja y el hombro ya sea porque teníamos las manos ocupadas o necesitábamos realizar alguna actividad con las mismas. En otros casos, quién no se ha visto encogido de hombros sin saber muy bien por qué ni en qué momento este inútil movimiento se producía; sin siquiera ser conscientes de dicho movimiento (asociado con frecuencia al estrés). Y en reacción con los gestos deportivos, cuando no tenemos mucho control motor sobre un determinado movimiento o queremos hacer demasiada fuerza, a veces movemos el cuello, los hombros o las escapulas de forma incontrolada, y en muchas ocasiones de manera inconsciente.

La artrosis , que suele darse por lógica biológica durante la edad avanzada, puede estar detrás de algunas de las contracturas que se forman en la parte del cuello.

La artritis, que es infamación de las articulaciones, puede generar como respuesta reactiva del sistema nervioso central para proteger a la articulación que considera que está dañada o dolorosa, una contractura tanto de los músculos del cuello, suboccipitales, como de los famosos músculos trapecios.

Y como no, el estrés. El estrés de forma continuada es un claro causante de contracturas a nivel cervical. No significa que todas las personas que sufran de estrés continuado vayan a acabar con contracturas en el cuello; sino que algunas de las contracturas a nivel cervical pueden estar causadas o tener algún tipo de predisposición a causa del estrés. Y esto se puede producir por las siguientes vías: por un lado, como comentaba unas líneas más atrás, a veces nos sorprendemos a nosotros mismos realizando una contracción mantenida de alguno de los músculos del cuello porque simplemente estamos nerviosos o con ansiedad por algo. Como una manera inútil, fútil, y perniciosa de gestionar el estrés o intentar disiparlo.

Por otro lado, sabemos de los mecanismos fisiológicos que el estrés representa en nuestro organismo, desde aumentar la tasa cardiaca y pulmonar, dirigir más sangre al cerebro y músculos, aumento de los niveles de cortisol y adrenalina; y todo ello, afecta a la regulación de nuestro sistema nervioso vegetativo, aquel que se encarga de todas las funciones vitales y fisiológicas como la digestión, la respiración, el ritmo del corazón, el sueño, etc. Cuando por estrés demandamos demasiado a nuestro sistema nervioso vegetativo, en un estado denominado orto simpático, no solo alteramos la fisiología de todo el organismo, sino que también predisponemos a la formación de contracturas por la respuesta muscular de contracción de sus fibras.

Y podríamos mencionar también ligado al punto anterior, que el descanso nocturno, el sueño, puede ser otro elemento a analizar y tener en cuenta como un factor de riesgo para la aparición de contracturas a nivel del cuello. Bien sea porque cuando dormimos menos estamos más estresados (con lo que ello conlleva), con peores humos, más irascibles; como por la falta de recuperación de recursos fisiológicos que la evolución de nuestra biología nos brindó. Y esos colchones demasiado blandos o una almohada inadecuada y mal adaptada a la morfología de nuestro cuello, puede ocasionar evidentemente problemas y trastornos musculares en nuestro cuello tras toda una mala noche.

Y en relación al sueño, hemos de mencionar el bruxismo, apretar los dientes con una contracción de la mandíbula (con los músculos maseteros, pterigoideos y temporales principalmente) durante gran parte de la noche, generando por contracción sinérgica, es decir, una facilitación para la contracción refleja de los músculos del cuello; y por tanto, ser otra de las causas de una contractura cervical.

¿CÓMO TRATAR Y PREVENIR UNA CONTRACTURA CERVICAL?

A cada problema le corresponde una solución ajustada en la medida de su biología (factores como estado de los tejidos, edad, sexo), de las causas que lo predisponen o lo causan, y, por tanto, la solución a los problemas será muy diferente en cada persona. No existe una receta mágica para todo el mundo, y en lo que respecta a la salud, mucho menos.

El éxito terapéutico vendrá siempre por una individualización del paciente, es decir, el análisis de los factores que han provocado esa contractura en cada persona en particular.

Sin embargo, si hemos de mencionar técnicas, métodos, ejercicios y/o herramientas que puedan ayudar  a resolver las contracturas cervicales; empezaremos mencionando que si has identificado en los párrafos anteriores las causas o factores de riesgo que te producen las contracturas cervicales, les pongas remedio. Lo primero es identificar las causas, ser consciente de ello y cambiar aquello que tiene solución o al menos buscar la mejor adaptación posible. SI, por ejemplo, trabajas a turnos y te cuesta conciliar el sueño porque estás desincronizado respecto al ritmo circadiano, existen ciertas medidas como el uso de la melatonina y ciertas normas de higiene del sueño que pueden ayudarte a recuperar esas horas de descanso nocturno que tanto necesitamos. O si por otro lado, sufres de artrosis, será necesario que apliques rutinariamente una serie de ejercicios de movilización para estimular la producción de líquido sinovial y así mejorar el estado y función de tus articulaciones.
Y una vez que ya has modificado los hábitos, las posturas, la gestión del estrés, la práctica de actividad física o el descanso nocturno, pero continuas con los dolores de provocados por las contracturas cervicales, es el momento de que acudas a tu fisioterapeuta de referencia.
Las contracturas cervicales son una de las causas más comunes de atención sanitaria dentro de la fisioterapia. ¿Ya que…quién no ha sufrido nunca un dolor de cuello? o quién no tenido nunca una contractura? E incluso… ¿quién no ha acudido alguna vez a algún fisioterapeuta para solucionar su dolor de contractura cervical?

Mediante la fisioterapia, y tal y como hemos mencionado anteriormente, individualizaremos a cada paciente para conocer de la manera más precisa su dolor, comprender su sufrimiento, incapacidad funcional, sus molestias en su vida diaria o su repercusión en el sueño o en el trabajo.
Se indagará sobre su actividad física diaria, actividad laboral, toma de medicamentos, cirugías, otras lesiones y su estilo de vida.
Será preciso como parte del tratamiento explicar al paciente cuál o cuáles pueden ser hábitos o factores de riesgo que le han traído a la consulta y de qué manera puede solucionarlos; desde identificar un patrón de movimiento inadecuado y reeducar la paciente para su correcta ejecución; readaptación del puesto de trabajo buscando la ergonomía, hasta corrigiendo y aconsejando sobre hábitos perniciosos a nivel musculoesquelético.

Nosotros como fisioterapeutas, no solo buscamos tratarte el dolor del cuello provocado por la contractura, nuestro trabajo y objetivo consiste en eliminar el dolor, hacer partícipe al paciente sobre su problema para responsabilizarle sobre su salud; y servir como asesores en la búsqueda de la salud física a largo plazo.

De una forma más específica respecto a los tratamientos que se realizan en fisioterapia para resolver dicho problema, destacaremos los siguientes:

Masoterapia o masaje a nivel de la contractura; ya que es de sobra conocido que el uso de las manos en la realización del masaje consigue que las fibras musculares que se encuentran en ese estado de contracción permanente se relajen. Estas maniobras bien realizadas por un profesional de la salud aumentan el flujo sanguíneo de la zona, mejorando la oxigenación de las fibras musculares y eliminando los productos de deshecho. También sirven para mejorar la flexibilidad y mejorar la biomecánica.

Punción seca: técnica que explico en servicios, que consiste en el uso de agujas sin infiltración de sustancia alguna, con el fin de romper la contracción permanente en la que se encuentra sometido el musculo.

Electro-punción: se trata de un tratamiento similar al anterior, pero en este caso, añadiremos a través de las agujas, una corriente eléctrica con el fin de tener un efecto no solo mecánico a nivel del musculo, sino también neurológico.

Control motor: ejercicios específicos para fortalecer las fibras tónicas o de tipo1, encargadas de la estabilidad de la zona. Realizar a través del trabajo neuromuscular una reprogramación del movimiento, que bien pautada, tiene influencia sobre los centros del dolor y del movimiento a nivel del sistema nervioso central, repercutiendo directamente en una mejora a nivel de la contractura.

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